viernes, 18 de noviembre de 2011

Mensaje del Día Mundial de la Danza Anne Teresa De Keersmaeker

Creo que la danza es la celebración de lo que nos hace humanos.Cuando bailamos, usamos de una forma muy natural, los mecanismos de nuestro cuerpo y todos nuestros sentidos para expresar alegría, tristeza, aquello que nos toca el corazón. La gente baila para celebrar los momentos cruciales de sus vidas y nuestros cuerpos llevan el peso de la memoria de todas las experiencias humanas posibles.Podemos bailar en solitario y podemos bailar en grupo. Podemos compartir lo que nos une, lo que nos diferencia a unos de otros.Para mí, bailar es una forma de pensar. A través de la danza podemos encarnar las ideas más abstractas e incluso revelar lo que no podemos ver, lo que no podemos nombrar.La danza es un vínculo entre personas, un puente entre el cielo y la tierra.Llevamos el mundo en nuestros cuerpos.A fin de cuentas, pienso que cada instante de danza forma parte de una función más vasta, de una coreografía que no tiene principio ni fin.

Mensaje del Día Internacional de la Danza - Akram Khan -

Este día tan especial está dedicado al único lenguaje que cada uno de nosotros puede hablar en este mundo, el lenguaje inherente a nuestros cuerpos y nuestras almas, de nuestros antepasados y de nuestros niños.

Este día está dedicado a cada dios, gurú y abuelo que alguna vez nos enseñaron y nos inspiraron. A cada canción e impulso e instante que nos ha hecho movernos en algún momento.

Está dedicado a ese niño pequeño que desea moverse como su ídolo. Y a la madre que le dice "tú ya puedes hacerlo"". Este día está dedicado a todas las personas de todas las creencias, colores y culturas que transforman las tradiciones de su pasado en historias, del presente y en sueños de futuro.

Este día está dedicado a la Danza, a sus miriadas de dialectos y a su inmenso poder para expresar, transformar, unir y deleitar.

Martha Graham

"... los grandes bailarines no son geniales por su técnica, son geniales por su PASIÓN"
Martha Graham

Mikhail Baryshnikov

"No trato de bailar mejor que nadie. Sólo trato de bailar mejor que yo."

Anonimo

"Baila cada minuto que puedas, piensa en moverte desde que despiertas hasta que te duermas, disfruta cada gota de sudor que derramas y el dolor que puedas sentir luego de horas y horas de bailar, porque realmente el día que dejes de bailar lo extrañaras como no tienes idea."

Ushio Amagatsu

"Tener conciencia de que el concepto de metamorfosis es un principio básico que universaliza a los humanos es saber que nuestro cuerpo es el frontispicio de la historia universal de miles y miles de años".

Ushio Amagatsu

en entrevista: "En viajes constantes constato las diferencias culturales entre los distintos pueblos y confirmo entonces que la diferencia hace la cultura. La base de la danza es el cuerpo, que es universal en todos los seres humanos. Por ende, la base de mi danza es la universalidad. En consecuencia, lo más básico de mi trabajo de butoh es la diferencia y la universalidad".

martes, 26 de julio de 2011

ENTREVISTA TRABAJO con Pina Bausch



Pina Bausch: Vollmond
Foto: Laurent Philippe


Por Patricia Boccadoro

PARIS, 16 DE OCTUBRE 2007 - Pina Bausch, coreógrafa y directora del Tanztheater Wuppertal, nació en Soligen, Alemania en 1941. Pero no hay nada predestinado a la joven, cuyos padres tenían un restaurante, para convertirse en una de las figuras más influyentes en la escena de la danza europea. Ella no comenzó a estudiar danza hasta la edad de 15 años, y que no puede haber sido pura casualidad que asistió a la Folkwangschule de Essen, donde el departamento de danza fue dirigida por Kurt Jooss. Jooss fue uno de los primeros coreógrafos de utilizar los acontecimientos contemporáneos para producir ballets teatrales como La Mesa Verde, una pieza virulentamente anti-guerra. Bajo su atenta mirada, ella también estudió música, el teatro y las artes visuales y después de obtener una beca de unos cuatro años más tarde, ella se fue a Nueva York donde estudió en la Juilliard School. Después se incorporó a la Metropolitan Opera Ballet, donde el director artístico fue Antony Tudor, uno de los grandes coreógrafos del siglo 20 que se hizo famoso por su ballet psicológico que se centró en la confusión emocional de los hombres y las mujeres.

Sin embargo, no sólo se eligen los mejores maestros por lo que se convirtió en su particular estilo de danza-teatro, pero después de que ella comenzó a crear sus propias obras a partir de 1968, comenzó a mirar alrededor para los intérpretes y colaboradores que más tarde sería trabajar con ellos. Desde el principio, se rodeó de todas las personas adecuadas para su gran imaginación, producciones teatrales, varios de los cuales también son milagros de la invención coreográfica. Y no se trata sólo de que todos sus colaboradores, como Peter Pabst, su diseñador, y la Misericordia Dominique la bailarina más estrechamente asociado con la casi totalidad de sus creaciones, son de primera categoría. Ellos también son personas muy especiales.


Pina Bausch: Vollmond
Foto: Laurent Philippe

Mientras que la compañía estaba en París por un período de tres semanas, la presentación de Bandoneón, su controversial pieza 1980, seguida por su magnífica creación 2006, Vollmond, hablé con el francés Dominique Misericordia, ahora de 56 años, la bailarina que ha estado a su lado desde que formó su compañía en 1973. Él es amable, el desarme y luminoso y hay un montón de risas en una conversación con él. Él es el tipo de persona que puede hacerte sentir más ligero de corazón porque usted ha hablado con él. Que adora a Pina Bausch es evidente, toda su empresa hace. "Por supuesto que es único!" -exclamó-, cuando nos reunimos en el Teatro de la Ville. "¿Qué estaba haciendo en 1968 cuando formó parte del Ballet Theatre Contemporain, ya era extraordinaria. Ella era una bailarina fabulosa y su trabajo, simplemente me hipnotizó. Nos encontramos en los EE.UU., en el verano de la Academia de Saratoga donde la vi bailar un solo muy hermoso por su cuenta. Me sentí abrumado por la calidad del movimiento y la atmósfera muy especial que impregnaba su coreografía. Ella me habló de un proyecto que tenía en mente y me pidió que, en caso de que suceda, si me gustaría trabajar . con ella y luego, regresar a Francia, no pude conseguir esta increíble mujer de mi mente, algo dentro de mí había cambiado después de conocerla, y, gracias cielo ", dijo riendo," me contactó en 1973 y de inmediato me izquierda a unirse a ella en Wuppertal. Reconocí algo inevitable, una sensación de haber encontrado mi lugar. "

En ese momento, se nos unió Silvia Farías, la hermosa bailarina argentina, que, a los 24, es uno de los miembros más jóvenes de la compañía y que ha estado con Bausch desde marzo de 2000. De inmediato se hizo eco de las palabras de Dominique Mercy, quien agregó que ella no podía creer su buena fortuna inmensa el día en que fue contratado por Bausch después de una audición espontánea en el Teatro de la Ville.

"Pina Bausch siempre me ha impresionado profundamente", dijo. "Ella tiene un efecto increíble en la gente que las meras palabras no pueden describir. Su trabajo es tan conmovedor y que tiene mucho que decir acerca de todo y sin embargo está abierto a nuevas ideas. ¿Qué es tan especial es que además de los bailarines, que involucra a los espectadores. Se les hace sentir que ella ha hablado con ellos personalmente y que han tenido una conversación privada con ella. He visto al público y se ríen y lloran, pero, como nosotros, Pina no los empujan a la nada . Ellos son libres de interpretar las cosas que ven, y la reacción de cada persona es a menudo completamente diferente de la persona sentada a su lado. "


Pina Bausch: Vollmond
Foto: Laurent Philippe

Además de su baja estatura del bailarín en el Tanztheater, Dominique Mercy, quien se entrenó en Burdeos, también da clases en la academia donde Folkwangschule Sylvia Farias estudiados. Hizo hincapié en que él no era el asistente Bausch, como tal, a pesar de que fue uno de los responsables de la re-estadificación sublime de Orfeo y Eurídice en la Ópera de París hace dos años.

"Pina es su propio partido decisivo en cuanto al proceso creativo", dijo. "Podría poner en práctica ideas sobre nosotros y luego ver para ver cómo reaccionamos, pero nadie podría interferir con su trabajo. Lo que es particularmente notable es su manera única de hacer descubrir lo que hay dentro de ti mismo. He visto que el tiempo y otra vez. Ella tiene algo que hace que cada bailarín ir más allá de lo que nunca pensaron que podrían, y sin embargo ella lo consigue sin esfuerzo, sin tener que empujar. "

Los miembros de la sociedad que sean todas las edades, tamaños, alturas y las culturas, tienen algo de su propia oferta. Ellos bailan con el corazón y el alma tanto como los cuerpos. Misericordia comentó que tal vez hubo una cierta química entre la compañía y que todos sentimos que cada vez que bailaba en el escenario era como la primera vez y la última. Nada se convirtió en rutina.


Pina Bausch: Vollmond
Foto: Laurent Philippe

"Somos la más auténtica que puede ser", dijo la bailarina. "Por supuesto, Pina está buscando algo y todos tenemos nuestro papel, pero ve su trabajo como un todo, no es una pieza aislada, ni es bailado y luego se descarta Ella nos alimenta desde el repertorio y es el trabajo. mantiene viva. Los elementos son y siempre han sido centrales en sus creaciones y ha utilizado el fuego, el aire y, por supuesto, el agua, presente en muchos ballets No podemos vivir sin ellos y es normal que encontrar su lugar en el escenario. Y en una respuesta cortés a un crítico británico que escribió que Pina "obsesión" con el agua debe haber sido porque había nacido en el Sahara, reconoció que, efectivamente, que bien pudo haber sido, la Perla del Sahara ".

Refiriéndose a Vollmond, la pieza que actualmente se presenta en París con excelentes críticas y un público tremendamente entusiasta, Sylvia Farías dijo que el baile en el escenario mojado fue una de las experiencias más tremenda de su carrera, y que desde el estreno de la obra, el momento comenzó a llover, ella corría fuera para mantener su cara hasta las gotas de lluvia.

Pero ella no era más que el baile bajo la ducha. No hubo diluvio de agua hacia abajo sobre el escenario del teatro, así como un río que fluye a través de la que los bailarines estaban nadando. Bailaban en el agua, bajo el agua, y siempre que podían, se apoderó de cubos conjunto que lanzó en arcos de alta curvatura en el cielo que brillaba con miles de colores, la captura y la celebración de las luces. En Vollmond, las nubes se abren, pero el trabajo está dominado por la danza pura.

Es una pieza muy físico, habitado por un sentido de urgencia, pero la imaginación es capturarlos y mantenerlos desde el comienzo de una hermosa chica con el pelo largo y oscuro, Sylvia Farias. Vestida de rosa, se realiza un solo de gran belleza, uno de los muchos en los trabajos que demuestran un interés creciente en el movimiento de Bausch. Dos magníficos bailarines jóvenes llegan y llevar a cabo solos y un dúo complejo que nos prepara para una noche de baile, donde reina suprema.

"Pina es casi siempre en las alas durante una actuación", dijo Dominique Mercy. "Me gusta saber que está ahí". Se sospecha que el sentimiento es recíproco.

¿quien fue PINA BAUSCH?

“No me interesa cómo se mueve la gente, sino lo que a la gente le conmueve”





Considerada la mejor coreógrafa del siglo por el público, críticos y algunos de sus pares esta mujer deja un precedente en el género de la danza-teatro.

Las obras de Pina Bausch no siguen una estructura narrativa ni una progresión lineal. Se construyen a partir de series de episodios. Múltiples acciones escénicas simultáneas, imágenes impactantes, la utilización de las experiencias específicas de sus bailarines, de actividades cotidianas, de textos dirigidos a menudo al público y de una gran variedad de músicas; son elementos que llevan el sello reconocible de Bausch y que han pasado a formar parte de un léxico de la danza-teatro en Europa.

Como ha dicho la coreógrafa, "no me interesa el movimiento. Me interesa lo que mueve a las personas. Mis obras crecen desde dentro hacia fuera".







Danza abstracta

Por Adolfo Vásquez Rocca

Pina Bausch es quien revive el espíritu de la danza alemana al crear el teatro-danza.




El concepto de "ballet postmoderno", se refiere a un conjunto de rupturas estético-expresivas, entre las que se cuentan (entre otras) la eliminación de la perspectiva unidimensional. En provecho de un espacio abierto, ampliado, la revalorización de la dimensión cotidiana, el continuo de lo humano, en sus manifestaciones aparentemente triviales y pedestres, incluyendo en esta apertura la palabra, el ruido ambiente, en lo que constituye la irrupción de la música concreta al servicio de la danza; el abandono del entablado clásico por superficies naturales como el césped, la tierra, hojas secas, flores, e incluso el agua, que son parte del estilo que alcanza su más plena expresión en las obras de Pina Bausch.



La misma precozmente rupturista, se sitúa en la primera fila de la escena de avanzada, desde donde reinventa el movimiento primigenio de la danza. Impulsada por realizar un ajuste de cuestas con las categorías impuestas del buen gusto, belleza y los modelos canonizados del “cuerpo ideal”; muestra una realidad heterogénea en la que el movimiento adquiere un enorme poder trasgresor.
Así las bailarinas y bailarines de las obras de Pina Bausch no guardan relación con el ideal de belleza de cuerpos o vestuarios; trozos de música de ópera o rock interfieren con lo que está ocurriendo en el escenario; y su estilo de "collage" hecho de fragmentos recuerda más bien al cine o a las bellas artes que a la danza.




Todas sus obras se realizan con la ayuda de bailarines de diferentes razas y países, que, siguiendo el peculiar método de trabajo de la directora, se implican con sus propios miedos, sus propios deseos, sus complejos y, en suma, con su propia vulnerabilidad. Esto lleva a la utilización de toda la gestualidad del comportamiento cotidiano, tanto en lo íntimo como en lo social; un aluvión de gestos físicos y emocionales que la sabia mano de Pina Bausch recicla y reintegra en composiciones llenas de originalidad, ternura, irónica crueldad y, sobre todo, de una viva y cruda humanidad.




Pina Bausch trabaja con sus propios miedos, sus deseos y complejos, su vulnerabilidad. Esto la lleva a emplear gestos desgarrados en sus coreografías, escenificando nuestra fantasmagórica intimidad y, en un registro de “lo terrible”, al modo de los expresionistas, sus obras se pueblan de crueldad e ironía, atravesadas por la fragilidad de las inseguridades identitarias, aforadas de sentimientos humanos tan elementales como la necesidad de ser amados o, al menos, odiados.





Ha explorado el lado más despiadado y desesperado del ser humano, por lo que sus obras han provocado reacciones tan extremas y tan antitéticas. Todas sus piezas tratan sobre cuestiones fundamentales de la condición humana y obligan al público a confrontarse con estos problemas: el amor y la angustia, la nostalgia y la tristeza, la soledad, la frustración y el terror, la infancia y la vejez, la muerte, la explotación del hombre por el hombre, la memoria y el olvido.





Biografía

Pina Bausch nació el 27 de julio de 1940 en la pequeña ciudad alemana de Solingen, como hija de un tabernero. Inicia sus estudios de danza en 1955 en la Escuela Superior Folkwang de Essen, dirigida por Kurt Jooss. Sus maestros fueron, entre otros: Trude Pohl, Anne Wooliams, Audrey Harman, Cleo Nordi, David Poole, Valentin Prorwitsch, Irén Bartos, Ilona Haan-Ireghy, Gisela Reber, Isa Partsch-Bergsohn, Hans Züllig, Anna Markard, Alfredo Corvino, Walther Nicks, Pearl Lang, Denis Carey, Lucas Hoving, Matt Mattox y Albrecht Knust. En 1958 se gradúa en danza escénica y pedagogía de la danza.

En 1959 obtiene una beca del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), que le permitió perfeccionarse en EE.UU. durante tres años. Allí fue estudiante especial en la escuela Juillard de Nueva York, donde tomó clases con José Limon, Margaret Craske, Louis Horst, Mary Hinkson, Ethel Winter, Helen Mc Ghee, Herbert Ross y La Meri, entre otros.

Después de integrar diversas compañías de danza estadounidenses, la joven bailarina regresa a Alemania en 1962, invitada a trabajar como solista en el recién fundado Folkwang Ballett, bajo la dirección de Kurt Jooss. El nuevo ensamble pronto es aclamado internacionalmente y además de realizar giras por Holanda, Bélgica y la Ex-RDA, se presenta en los festivales de Salzburgo, The Two Worlds Spoleto o el Jacob’s Pillow, por nombrar sólo algunos.




De bailarina a coréografa

Al finalizar la década de los 60, Pina Bausch obtiene cada vez más reconocimiento como coreógrafa. Las complejas relaciones entre hombres y mujeres es un tema reiterativo de sus piezas, a lo largo de toda su carrera. Su destreza radica en mostrar las debilidades de ambos géneros, mujeres y hombres como víctimas y victimarios. Ya sus primeras coreografías, aún las más tradicionales, basadas en grandes textos de la literatura mundial o piezas musicales, dejaban entrever que algo nuevo estaba surgiendo. La artista expresaba los temas existenciales, como la vida y la muerte, a través de imágenes visionarias y de una fuerza arcaica inusual para la época. A partir de ese momento dejó de contar una historia, para contar varias historias pequeñas sobre el amor y la ternura, la soledad y el poder.

Durante toda su carrera Pina Bausch se atrevió a ir más allá de las convenciones fijadas y experimentó con improvisaciones de free-jazz, balletts sobre canciones de moda o coreografiando música de Bertolt Brecht y Kurt Weill. En 1969, luego de haber ganado el primer premio en el concurso coreográfico de Colonia, asume la dirección del Estudio de Danza Folkwang y comienza su trabajo docente en la Escuela Superior Folkwang.





El misterio de Wuppertal

Desde 1973 la Bausch dirige su propia compañía, el Tanztheater Wuppertal, que se convirtió en sinónimo de excelencia para el teatro-danza en el mundo. Aunque viaja muchísimo con su ensamble siempre vuelve a la ignota ciudad a orillas del río Wupper. En Wuppertal creó más de 30 coreografías, muchas de ellas en cooperación con instituciones culturales de otros países. Pina Bausch considera imprescindible viajar, en el sentido más amplio de la palabra: tanto dentro de sí, como explorando otras culturas. Es famosa por la energía con la que se lanza en estos viajes exploratorios. Por ejemplo, en Los Angeles, preparando "Nur Du" (Solamente tú, 1996), visitó clubes de música salsa, bares de strip-tease, un club de boxeo y un templo budista. Pina Bausch no pretende hacer la réplica exacta de un determinado lugar, sino más bien reflejar las impresiones recogidas por ella y sus bailarines. “No me interesa cómo se mueve el ser humano, sino aquello que lo conmueve”, explica la coreógrafa.

A pesar del éxito mundial, que le abrió las puertas de todos los grandes teatros, Pina Bausch optó por quedarse en Wuppertal. El dramaturgo alemán Heiner Müller alguna vez dijo que “solamente en la provincia surge la creatividad, no en las grandes ciudades”, corroborando de este modo la opción de la Bausch.





Tómelo o déjelo

En octubre de 1985 la artista pasa a ser directora del área de danza de la Escuela Superior Folkwang. Gracias a su visión innovadora y su interés por el teatro-danza en otros países, obtiene en el mismo año el premio de la crítica. Con el Tanztheater Wuppertal viaja por Israel (1988), Japón e Italia (1989).

Su racha de éxitos continuó también en los años 90: su puesta en escena de “Orfeo y Eurídice” de Gluck, en 1991, fue un éxito rotundo. En 1993, a los 53 años de edad, actúa como solista en “Café Müller”, una de sus primeras creaciones. Con motivo del 25 aniversario de su compañía, en 1998, invita a grandes artistas de todo el mundo a celebrar el cumpleaños con ella sobre el escenario. A la invitación acuden, entre otros, Michail Baryshnikov y William Forsythe, pero también el cantautor brasileño Caetano Veloso o el diseñador de moda japonés Yoshi Yamamoto. En el programa del festejo, Pina Bausch describe a los artistas invitados como “amigos cuyo arte, que admiro y respeto, me anima a continuar mi propio camino creativo”.

La grácil Pina Bausch logra que el mundo entero vaya a Wuppertal, no sólo sus fervientes admiradores la siguen, sino también los críticos de danza y teatro e incluso sus detractores. Porque, aunque Pina Bausch divide al público, lo cierto es que sus revolucionarias puestas en escena fascinan a seguidores y escépticos por igual.





Cualquiera es un bailarín

En el año 2001, Pina Bausch se lanza en otra audaz aventura danzada: repone la obra “Kontakthof” (Patio de contacto), que había creado en 1978. Pero, en lugar de contratar nuevos bailarines profesionales para la segunda puesta en escena, busca aficionados a través de un anuncio en el diario de Wuppertal. La única condición de deben cumplir los bailarines en este caso es: ser mayores de 65 años de edad. Pina Bausch seleccionó a un grupo de 25 jubilados, que ensayaron durante un año los pasos y gestos de la coreografía, supervisados por Jo Ann Endicott y Beatrice Libonati, integrantes del equipo original de “Kontakthof”. El resultado obtenido fue asombroso: 13 mujeres y 12 hombres de la tercera edad ofrecen teatro-danza al mejor nivel, manteniéndose siempre fieles a la obra original. “Kontakthof”, ubicada en el ambiente de los salones de danza, trata de pequeños fracasos, desesperados intentos de acercamiento y de la frágil línea entre la ternura y la brutalidad. El hecho de ver sobre el escenario a personas mayores tan desamparadas y despiadadas otorga otro cariz a la obra.

A lo largo de su carrera, Pina Bausch se ha alejado mucho del ballett clásico, que fue su punto de partida, para desarrollar un lenguaje corporal propio y convertirse en la principal referente en materia de teatro-danza, a nivel mundial. Redefinió por completo el género y fundió actuación, danza moderna y musical en un estilo nuevo y demostró que cada uno de nosotros puede ser un bailarín.





Selección de trabajos:

• 1975 KOMM TANZ MIT MIR
• 1978 CAFE MÜLLER
• 1978 KONTAKTHOF
• 1980 BANDONEON
• 1982 Actuación en la película "E la nave va", de Federico Fellini
• 1982 NELKEN
• 1989 PALERMO PALERMO
• 1995 DANZÓN
• 2001 AQUA, coproducción con el Instituto Goethe Sao Paulo
• 2002 FÜR DIE KINDER VON GESTERN, HEUTE UND MORGEN
• 2003 NEFÉS, coproducción con el International Istanbul Theatre Festival





Selección de premios:

• 1958 Premio Folkwang
• 1986 Cruz al mérito de la Rep.Fed. de Alemania
• 1987 Premio de la Dance Critics Society Japón
• 1993 Medalla Picasso de la UNESCO
• 1997 Gran cruz al mérito de la RFA, Anillo de honor de la ciudad de Wuppertal
• 1998 Harry Edmonds Award, International House New York
• 1999 Laurea honoris causa de la Universidad de Bologna
• 2000 Life Time Achievement Award Istanbul Festival 2000
• 2003 Chevalier de l'Ordre National de la Légion d'Honneur, París


REVISIÓN: el último testamento de Pina Bausch


Por Patricia Boccadoro

PARIS, 25 JULY 2011 -. Antes de ver una actuación de la última obra de Pina Bausch era difícil no pensar en ello como una especie de testamento, el coreógrafo alemán que murió pocos días después ... COMO EL musiguito en la piedra, ay si, si , si fue estrenada en Wuppertal, en junio, hace dos años. Sin embargo, pocos minutos después de la obra comenzó, la explosión de vitalidad, el color y creatividad coreográfica con la energía y la alegría de la danza que emana de sus intérpretes barrido con todo la nostalgia fuera de lugar. Aquí había una suntuosa producción llena de sorpresas, risas, sonrisas y la tragedia desgarradora.

La obra, inspirada en una canción de Violeta Parra, fue el resultado de la estancia de la compañía de dos semanas en Chile en 2008 en lo que iba a ser su último viaje, cuando Bausch y sus bailarines exploraron el país, desde los desiertos a secas del norte a las praderas exuberantes del Sur. Incluso descubrió el calor, el ruido y la agresividad de la Vega Central, el mercado más grande de Santiago. Pero también hizo una parada en la Villa Grimaldi, donde el ejército de Pinochet encarcelados y torturados miles de personas en la década de 1970.


Pina Bausch: .. c omo El musguito en la piedra ay si, si, si
Foto: Anja Beutler ©

Marcado por el ambiente que se sentía allí, Bausch abre su último trabajo con una joven gritando, siendo perseguido y torturado por dos asaltantes. Más hombres llegan y es violada, a cuatro patas, su pelo largo y oscuro acariciando el suelo. La música es incesante, repetitivo, pero no hay decoración como tal. Peter Pabst ha creado un suelo de color blanquecino, surcado por las fisuras que se abren para revelar las grietas abiertas y cierre de nuevo como el trabajo avanza. La coreógrafa alemana ha hecho visible lo que ella experimentó emocionalmente, por lo que las cortinas de Neruda y la poesía se alternan con las evocaciones de Pinochet y su feroz represión en una obra de originalidad sorprendente.

Escenas llenas de humor malicioso, donde los miembros de la audiencia se ofrecen piezas de fruta o donde una mujer en zapatos de tacón alto con complacencia se aplica el maquillaje y el lápiz labial al mismo tiempo sublime haciendo caso omiso de la botella de agua que se vierte sobre su cabeza, se intercalan con imágenes de los prisioneros escapar de las cuerdas o desamparo cautivos con los ojos vendados. Una mujer, con los brazos revoloteando sobre su cabeza en vano, las cepas de liberarse de la cuerda alrededor de su cintura. Sin embargo, cuando la danza como la conocemos, se inicia, es hermosa, exquisitamente así.

Las mujeres en largas y fluidas, fuera de los vestidos de hombros noche influir en los solos de lento, lánguido que dan lugar a pas de deux que se mantienen casi estacionaria, el hombre poniendo su cabeza a través del círculo hecho por los brazos de la mujer, y moviendo sin prisas allí, donde no lo es. Y, como sucede a menudo en la obra de Bausch, el pelo de las mujeres, izquierda larga y brillante, forma parte integrante de su coreografía.


Ditta Miranda Jasjfi en ... c omo El musguito en la piedra ay si, si, si
Coreografía: Pina Bausch
Foto: © Ursula Kaufmann

Dominique Mercy, bailarín que ha trabajado junto a Bausch desde que la compañía se formó, y que ahora co-dirige la compañía de Robert Sturm, los comandos de la etapa en solitario llena de encanto tranquilo. Nunca se repite un solo gesto. Un punto culminante de la obra es cuando, con gracia y fluidez, que lleva una "oruga" de los bailarines sentados en el suelo, uno detrás del otro, cada uno corriendo sus dedos a través de la de los pelos. Era tan simple pero tan eficaz.

Y a pesar de, o incluso por el odio dentro de este trabajo, que está lleno de amor y alegría. La mujer, sensual e irresistible, amplia difusión de sus faldas en movimientos circulares, circular para tomar el volantes, una chica de su sueño se desliza hacia atrás sobre el suelo, arcos de vuelta, como un gusano gigante. La última creación de Pina Bausch es una de recuerdos, de esperanzas y temores de la humanidad, un fresco de lo que significa ser humano y estar vivo. Sus bailarines, tanto a los que la han acompañado todo el año, así como a los recién llegados, la intención de que se debe seguir siéndolo.

Patricia Boccadoro escribe sobre la danza en Europa. Ha colaborado en The Guardian, The Observer y Dancing Times y fue consultor de la danza para el documental Ómnibus de la BBC sobre Rudolf Nureyev. Con sede en París, Patricia Boccadoro es el editor de baile para Culturekiosque. La última vez que escribí sobre la muerte y el legado del coreógrafo francés Roland Petit .

martes, 18 de enero de 2011

EL ESPACIO DEL ENSAYO - Ricardo Bartís

El ensayo es un territorio singularísimo y poco pensado. Sin embargo, toda la gente apasionada por el teatro reconoce que en los ensayos se ven situaciones de enorme intensidad y singularidad, con ritmos epifánicos y encadenamientos que después uno busca denodadamente que se produzcan en el espectáculo, y mucha veces no se logra. Ensayar, en el teatro y en la vida, crea una zona liberada. Pero hay un teatro que no deja abrir esa posibilidad. El ensayo acaba cuando se agota la energía... Hay un momento de agotamiento . De seguir, empezaría el remedo de una intensidad pasada. Cuando se termina de ensayar es porque se aceptaron todos los riesgos.
El teatro que domina hoy es un teatro de representación, donde existen una obra y un sentido ya dados. Después viene un traductor para la escena, que sería el director, que pone en escena esas ideas con cierta lógicas y reglas. Y después aparece el actor, que interpreta, representa el sentido del texto, la historia, su carácter psicológico y expresivo. Para otra visión, lo teatral sería aquello que pone en funcionamiento un plano más totalizante y poético de los lugares hasta crear un espacio ritual donde unos cuerpos de carne se convierten en privados y públicos a la vez, para otros que miran. El relato parece dar una excusa a ese ritual primario

ACTOR TEXTO - Ricardo Bartís

Los actores tienen peculiaridades poéticas que hay que respetar y que no hay que someter o achicar esa potencia para encuadrarla en el marco de lo diríamos es el personaje, ya sea como composición física o como característica psicológicas. O el texto, en el sentido de creer que el texto es su entonación, su gramática, su temperatura, cuando eso le va a pertenecer al actor y a la opinión que el actor tenga sobre ese texto y esa situación.

EL ACTOR - Ricardo Bartís

El actor no ejecuta sino que se ejecuta. Es decir, de alguna manera, se suicida para ser otro. Lo interesante no es tanto la composición del personaje sino la descomposición de la persona. Cierto tipo de técnicas se han preocupado casi exclusivamente por la construcción de ese otro sin atender a que, curiosamente, el ser actor también extraña ese movimiento sacrificial por el cual alguien similar a cualquiera de nosotros, de pronto nos es infinitamente extraño por el lugar en que queda colocado.

PASIÓN Y TEATRALIDAD - Ricardo Bartís

Pasión y Teatralidad es lo que marca el proceso de creación. La actuación, ese es el centro del teatro. No trabajo con un texto preexistente, trabajo con ideas y con un relato simple, luego intento crear en los actores un campo poético personal, y podemos estar ensayando meses sin que aparezca ningún texto, ningún personaje, esto se irá construyendo en el proceso de ensayos. Tengo algunas ideas que me divierten, territorios, sensaciones, la ciudad lo mitológico, el fracaso, la mente, la violencia,el humor. Hay referencias también de lo propio, de lo personal, que no es lo biográfico, sino una melodía resonante, un gusto. Como con cualquier gusto, uno demarca cosas que lo diferencian. No hay que ser ingenuo: las afirmaciones que se pueden desarrollar en los lenguajes poéticos teatrales difieren. No es igual todo el teatro que se hace hoy en la Argentina, desde ya.
El cuerpo dramático de las obras está protegido por una ilación firme. Me mueve, más allá de cotejar dudas o de revisar conceptos, el convencimiento de quien maneja, más que citas o frases importadas, recursos de un pensamiento propio.

martes, 4 de enero de 2011

Lecciones contra los vicios inútiles

Eduardo Galeano

Patas arriba. La historia del mundo al revés.


El desempleo multiplica la delincuencia, y los salarios humillantes la estimulan. Nunca tuvo tanta actualidad el viejo proverbio que enseña: El vivo vive del bobo, y el bobo de su trabajo. En cambio, ya nadie dice, porque nadie lo creería aquello de trabaja y prosperarás.

El derecho laboral se está reduciendo al derecho de trabajar por lo que quieran pagarte y en las condiciones que quieran imponerte. El trabajo es el vicio más inútil. No hay en el mundo mercancía más barata que la mano de obra. Mientras caen los salarios y aumentan los horarios, el mundo laboral vomita gente. Tómelo o déjelo, que la cola es larga.

Empleo y desempleo en el tiempo del miedo

La sombra del miedo muerde los talones del mundo, que anda que te anda, a los tumbos, dando sus últimos pasos hacia el fin de siglo. Miedo de perder: perder el trabajo, perder el dinero, perder la comida, perder la casa, perder: no hay exorcismo que pueda proteger a nadie de la súbita maldición de la mala pata. Hasta el más ganador puede, de buenas a primeras, convertirse en perdedor, un fracasado indigno de perdón y compasión.

¿Quién se salva del terror a la desocupación? ¿Quién no teme ser un naufrago de las nuevas tecnologías, o de la globalización, o de cualquier otro de los muchos mares picados del mundo actual? Los oleajes, furiosos, golpean: la ruina o la fuga de las industrias locales, la competencia de la mano de obra más barata de otras latitudes, o el implacable avance de las máquinas, que no exigen salarios, ni vacaciones, ni aguinaldo, ni jubilación, ni indemnización por despido, ni nada más que la electricidad que las alimenta.

El desarrollo de la tecnología no está sirviendo para multiplicar el tiempo del ocio y los espacios de libertad, sino que está multiplicando la desocupación y está sembrando el miedo. Es universal el pánico ante la posibilidad de recibir la carta que lamenta comunicarle que nos vemos obligados a prescindir de sus servicios en razón de la nueva política de gastos, o debido a la impostergable reestructuración de la empresa, o porque sí nomás, que ningún eufemismo alivia el fusilamiento. Cualquiera puede caer, en cualquier momento y en cualquier lugar; cualquiera puede convertirse, de un día para el otro, en un viejo de cuarenta años.

En su informe sobre los años 96 y 97, dice la OIT, la Organización Internacional del Trabajo, que «la evolución del empleo en el mundo sigue siendo desalentadora». En los países industrializados, el desempleo sigue estando muy alto y aumentan las desigualdades sociales, y en los llamados países en desarrollo, hay un progreso espectacular del desempleo, una pobreza creciente y un descenso del nivel de vida. «De ahí que cunda el miedo», concluye el informe. Y el miedo cunde: el trabajo o la nada. A la entrada de Auschwitz, el campo nazi de exterminio, un gran cartel decía: El trabajo libera. Más de medio siglo después, el funcionario o el obrero que tiene trabajo debe agradecer el favor que alguna empresa le hace permitiéndole romperse el alma día tras día, carne de rutina, en la oficina o en la fábrica. Encontrar trabajo, o conservarlo, aunque sea sin vacaciones, ni jubilaciones, ni nada, y aunque sea a cambio de un salario de mierda, se celebra como si fuera milagro.

Educando con el ejemplo

Eduardo Galeano

Patas arriba. La historia del mundo al revés.


La escuela del mundo al revés es la más democrática de las instituciones educativas. No exige examen de admisión, no cobra matrícula y gratuitamente dicta sus cursos a todos y en todas partes, así en la tierra como en el cielo: por algo es hija del sistema que ha conquistado, por primera vez en toda la historia de la humanidad, el poder universal.

En la escuela del mundo al revés, el plomo aprende a flotar y el corcho, a hundirse. Las víboras aprenden a volar y las nubes aprenden a arrastrarse por los caminos.

Los modelos del éxito

El mundo al revés premia al revés: desprecia la honestidad, castiga el trabajo, recompensa la falta de escrúpulos y alimenta el canibalismo. Sus maestros calumnian a la naturaleza: la injusticia, dicen, es ley natural. Milton Friedman, uno de los miembros más prestigiosos del cuerpo docente, habla de «la tasa natural de desempleo». Por ley natural, comprueban Richard Herrnstein y Charles Murray, los negros están en los más bajos peldaños de la escala social. Para explicar el éxito de sus negocios, John D. Rockefeller solía decir que la naturaleza recompensa a los más aptos y castiga a los inútiles; y más de un siglo después, muchos dueños del mundo siguen creyendo que Charles Darwin escribió sus libros para anunciarles la gloria.

¿Supervivencia de los más aptos? La aptitud más útil para abrirse paso y sobrevivir, el killing instinct, el instinto asesino, es virtud humana cuando sirve para que las empresas grandes hagan la digestión de las empresas chicas y para que los países fuertes devoren a los países débiles, pero es prueba de bestialidad cuando cualquier pobre tipo sin trabajo sale a buscar comida con un cuchillo en la mano. Los enfermos de la patología antisocial, locura y peligro que cada pobre contiene, se inspiran en los modelos de buena salud del éxito social. Los delincuentes de morondanga aprenden lo que saben elevando la mirada, desde abajo, hacia las cumbres; estudian el ejemplo de los triunfadores y mal que bien hacen lo que pueden para imitarles los méritos. Pero «los jodidos siempre estarán jodidos», como solía decir don Emilio Azcárraga, que fue amo y señor de la televisión mexicana. Las posibilidades de que un banquero que vacía un banco pueda disfrutar, en paz, del fruto de sus afanes son directamente proporcionales a las posibilidades de que un ladrón que roba un banco vaya a parar a la cárcel o al cementerio.

Cuando un delincuente mata por alguna deuda impaga, la ejecución se llama ajuste de cuentas; y se llama plan de ajuste la ejecución de un país endeudado, cuando la tecnocracia internacional decide liquidarlo. El malevaje financiero secuestra países y los cocina si no pagan el rescate: si se compara, cualquier hampón resulta más inofensivo que Drácula bajo el sol. La economía mundial es la más eficiente expresión del crimen organizado. Los organismos internacionales que controlan la moneda, el comercio y el crédito practican el terrorismo contra los países pobres, y contra los pobres de todos los países, con una frialdad profesional y una impunidad que humillan al mejor de los tirabombas.

El arte de engañar al prójimo, que los estafadores practican cazando incautos por las calles, llega a lo sublime cuando algunos políticos de éxito ejercitan su talento. En los suburbios del mundo, los jefes de Estado venden los saldos y retazos de sus países, a precio de liquidación por fin de temporada, como en los suburbios de las ciudades los delincuentes venden, a precio vil, el botín de sus asaltos.

Los pistoleros que se alquilan para matar realizan, en plan minorista, la misma tarea que cumplen, en gran escala, los generales condecorados por crímenes que se elevan a la categoría de glorias militares. Los asaltantes, al acecho en las esquinas, pegan zarpazos que son la versión artesanal de los golpes de fortuna asestados por los grandes especuladores que desvalijan multitudes por computadora. Los violadores que más ferozmente violan la naturaleza y los derechos humanos, jamás van presos. Ellos tienen las llaves de las cárceles. En el mundo tal cual es, mundo al revés, los países que custodian la paz universal son los que más armas fabrican y los que más armas venden a los demás países; los bancos más prestigiosos son los que más narcodólares lavan y los que más dinero robado guardan; las industrias más exitosas son las que más envenenan el planeta; y la salvación del medio ambiente es el más brillante negocio de las empresas que lo aniquilan. Son dignos de impunidad y felicitación quienes matan la mayor cantidad de gente en el menor tiempo, quienes ganan la mayor cantidad de dinero con el menor trabajo y quienes exterminan la mayor cantidad de naturaleza al menor costo.

Caminar es un peligro y respirar es una hazaña en las grandes ciudades del mundo al revés. Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen. El mundo al revés nos entrena para ver al prójimo como una amenaza y no como una promesa, nos reduce a la soledad y nos consuela con drogas químicas y con amigos cibernéticos. Estamos condenados a morirnos de hambre, a morirnos de miedo o a morirnos de aburrimiento, si es que alguna bala perdida no nos abrevia la existencia.

¿Será esta libertad, la libertad de elegir entre esas desdichas amenazadas, nuestra única libertad posible? El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y a aceptar el futuro en lugar de imaginarlo: así practica el crimen, y así lo recomienda. En su escuela, escuela del crimen, son obligatorias las clases de impotencia, amnesia y resignación. Pero está visto que no hay desgracia sin gracia, ni cara que no tenga su contracara, ni desaliento que no busque su aliento. Ni tampoco hay escuela que no encuentre su contraescuela.

Curso básico de racismo y de machismo

Eduardo Galeano

Patas arriba. La historia del mundo al revés.


Los subordinados deben obediencia eterna a sus superiores, como las mujeres deben obediencia a los hombres. Unos nacen para mandones, y otros nacen para mandados.

El racismo se justifica, como el machismo, por la herencia genética: los pobres no están jodidos por culpa de la historia, sino por obra de la biología. En la sangre llevan su destino y, para peor, los cromosomas de la inferioridad suelen mezclarse con las malas semillas del crimen. Cuando se acerca un pobre de piel oscura, el peligrosímetro enciende la luz roja; y suena la alarma.

























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El ídolo

Eduardo Galeano

El Fútbol a sol y sombra


Y un buen día la diosa del viento besa el pie del hombre, el maltratado, el despreciado pie, y de ese beso nace el ídolo del fútbol. Nace en cuna de paja y choza de lata y viene al mundo abrazado a una pelota.

Desde que aprende a caminar, sabe jugar. En sus años tempranos alegra los potreros, juega que te juega en los andurriales de los suburbios hasta que cae la noche y ya no se ve la pelota, y en sus años mozos vuela y hace volar en los estadios. Sus artes malabares convocan multitudes, domingo tras domingo, de victoria en victoria, de ovación en ovación.

La pelota lo busca, lo reconoce, lo necesita. En el pecho de su pie, ella descansa y se hamaca. Él le saca lustre y la hace hablar, y en esa charla de dos conversan millones de mudos. Los nadies, los condenados a ser por siempre nadies, pueden sentirse álguienes por un rato, por obra y gracia de esos pases devueltos al toque, esas gambetas que dibujan zetas en el césped, esos golazos de taquito o de chilena: cuando juega él, el cuadro tiene doce jugadores.

-¿Doce?¡Quince tiene! ¡Veinte!

La pelota ríe, radiante, en el aire. Él la baja, la duerme, la piropea, la baila, y viendo esas cosas jamás vistas sus adoradores sienten piedad por sus nietos aún no nacidos, que no las verán.

Pero el ídolo es ídolo por un rato nomás, humana eternidad, cosa de nada; y cuando al pie de oro le llega la hora de la mala pata, la estrella ha concluido su viaje desde el fulgor hasta el apagón. Está ese cuerpo con más remiendos que traje de payaso, y ya el acróbata es un paralítico, el artista una bestia:

-¡Con la herradura no!

La fuente de la felicidad pública se convierte en el pararrayos del público rencor:

-¡Momia!

A veces el ídolo no cae entero. Y a veces, cuando se rompe, la gente le devora los pedazos.

El fanático

Eduardo Galeano

El Fútbol a sol y sombra


El fanático es el hincha en el manicomio. La manía de negar la evidencia ha terminado por echar a pique a la razón y a cuanta cosa se le parezca, y a la deriva navegan los restos del naufragio en estas aguas hirvientes, siempre alborotadas por la furia sin tregua.

El fanático llega al estadio envuelto en la bandera del club, la cara pintada con los colores de la adorada camiseta, erizado de objetos estridentes y contundentes, y ya por el camino viene armando mucho ruido y mucho lío. Nunca viene solo. Metido en la barra brava, peligroso ciempiés, el humillado se hace humillante y da miedo el miedoso. La omnipotencia del domingo conjura la vida obediente del resto de la semana, la cama sin deseo, el empleo sin vocación o el ningún empleo: liberado por un día, el fanático tiene mucho que vengar.

En estado de epilepsia mira el partido, pero no lo ve. Lo suyo es la tribuna. Ahí está su campo de batalla. La sola existencia del hincha del otro club constituye una provocación inadmisible. El Bien no es violento, pero el Mal lo obliga. El enemigo, siempre culpable, merece que le retuerzan el pescuezo. El fanático no puede distraerse, porque el enemigo acecha por todas partes. También está dentro del espectador callado, que en cualquier momento puede llegar a opinar que el rival está jugando correctamente, y entonces tendrá su merecido.

























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FONTANARROSA - MALAS PALABRAS

Defensa de las malas palabras ante la Academia

Fue uno de los pocos que hizo reír al público en el Congreso de la Lengua en Rosario, en 2004. En una mesa redonda, defendió las palabras proscriptas.


No sé que tiene que ver con lo de la internacionalización, que, aparte, ahora que pienso, ese título lo habrán puesto para decir que una persona que logra decir correctamente in-ter-na-cio-na-li-za-ción es capaz de ponerse en un escenario y hablar algo —porque es como un test que han hecho—.

Algo tendrá que ver el tema, éste, el de la malas palabras, por ejemplo, con éste, como el que decía el amigo Escribano (José Claudio Escribano). Se nota que es tan polémica esta mesa que es la única a la que le han asignado "escribano" para que se controle todo lo que se dice en ella.

Es un aporte real en cuanto al intercambio. Me ha tocado vivir, cuando he tenido que acompañar a la Selección Argentina a partidos (de fútbol) en Latinoamérica. El intercambio que hay en esos casos de este lenguaje es de una riqueza notable; es más, en Paraguay nos decían "come gatos" que es, estrictamente para los rosarinos, "un rosarinismo".

Un Congreso de la Lengua es, más que todo, para plantearse preguntas. Yo, como casi siempre hablo desde el desconocimiento, me pregunto por qué son malas las malas palabras, quién las define como tal. ¿Quién y por qué? ¿Quién dice qué tienen las malas palabras? ¿O es que acaso les pegan las malas palabras a las buenas? ¿Son malas porque son de mala calidad? ¿O sea que cuando uno las pronuncia se deterioran? ¿O, cuando uno las utiliza, tienen actitudes reñidas con la moral?

Obviamente, no se quién las define como malas palabras. Tal vez sean (ellas) como esos villanos de viejas películas —como las que nosotros veíamos—, que en un principio eran buenos, pero que al final la sociedad los hizo malos. Tal vez nosotros, al marginarlas, las hemos derivado en palabras malas. Lo que yo pienso es que brindan otros matices, muchas de ellas. Yo soy fundamentalmente dibujante, con lo que uno se preguntará: ¿qué hace ese muchacho arriba del escenario? Manejo muy mal el color, por ejemplo, pero a través de eso sé que cuanto más matices tenga uno, más puede defenderse, para expresarse, para transmitir, para graficar algo; entonces: hay palabras, palabras de las denominadas malas palabras que son irremplazables, por sonoridad, por fuerza, algunas incluso por contextura física de la palabra. No es lo mismo decir que una persona es tonta o zonza que decir que es un pelotudo. Tonto puede incluso incluir un problema de disminución neurológica realmente agresivo.

El secreto de la palabra pelotudo, ya universalizada —no sé si está en el diccionario de dudas—, está en que también puede hacer referencia a algo que tiene pelotas. Puede hacer referencia a algo que tiene pelotas, que puede ser un utilero de fútbol que es un pelotudo porque traslada las pelotas; pero lo que digo, el secreto, la fuerza, está en la letra t. Analicémoslo —anoten las maestras—: está en la letra t, puesto que no es lo mismo decir zonzo que decir peloTudo.

Otra cosa, hay una palabra maravillosa que en otros países está exenta de culpa —esa es otra particularidad, porque todos los países tienen malas palabras pero se ve que las leyes de algunos países protegen y en otros no—, hay una palabra maravillosa, decía, que es carajo. Yo tendría que recurrir a mi amigo y conocedor, Arturo Pérez Reverte, conocedor en cuanto a la navegación, porque tengo entendido que el carajo era el lugar donde se colocaba el vigía, en lo alto de los mástiles de los barcos para divisar tierra o lo que fuere; entonces mandar a una persona al carajo era estrictamente eso, mandarlo ahí arriba.

Amigos mexicanos con los que estuve cenando anoche me estuvieron enseñando una cantidad de malas palabras mexicanas. Ahora que lo pienso creo que me estaban insultando porque se suscitó un problema con la cuenta a la hora de pagar. Me explicaban que las islas Carajo son unas islas que están en el océano Indico.

En España, el carajillo es el café con coñac y acá apareció como mala palabra, al punto que se llega a los eufemismos, se decía caracho; es de una debilidad absoluta y de una hipocresía... ¿no?

A veces hay periódicos que ponen: "El senador Fulano de Tal envío a la m... a su par". La triste función de esos puntos suspensivos, realmente el papel absurdo que están haciendo ahí, merecería también una discusión acá, en el Congreso de la Lengua.

Voy a ir cerrando. Hay otra palabra que quiero apuntar que creo es fundamental en el idioma castellano, que es la palabra "mierda", que también es irremplazable. El secreto de la contextura física está en la r —anoten las docentes—, porque es mucho más débil como la dicen los cubanos: mieLda, que suena a chino, y eso —yo creo que ahí está la base de los problemas que ha tenido la Revolución cubana—, le quita posibilidades de expresividad.

Voy cerrando, después de este aporte medular que he hecho al lenguaje y al Congreso. Lo que yo pido es que atendamos a esta condición terapéutica de las malas palabras. Mi psicoanalista dice que es imprescindible para descargarse, para dejar de lado el estrés y todo ese tipo de cosas. Lo único que yo pediría (no quiero hacer una teoría) es reconsiderar la situación de estas palabras. Pido una amnistía para la mayoría de ellas. Vivamos una Navidad sin malas palabras e integrémoslas al lenguaje, que las vamos a necesitar.


Roberto Fontanarrosa















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EL DERECHO DE SOÑAR - Eduardo Galeano

EL DERECHO DE SOÑAR - Eduardo Galeano

El derecho de soñar

Por Eduardo Galeano

Montevideo. – Vaya uno a saber cómo será el mundo más allá del año 2000. Tenemos una única certeza: si todavía estamos ahí, para entonces ya seremos gente del siglo pasado y, peor todavía, seremos gente del pasado milenio.

Sin embargo, aunque no podemos adivinar el mundo que será, bien podemos imaginar el que queremos que sea. El derecho de soñar no figura entre los treinta derechos humanos que las Naciones Unidas proclamaron a fines de 1948. Pero si no fuera por él, y por las aguas que da de beber, los demás derechos se morirían de sed.

Deliremos, pues, por un ratito. El mundo, que está patas arriba, se pondrá sobre sus pies:

En las calles, los automóviles serán pisados por los perros.

El aire estará limpio de los venenos de las máquinas, y no tendrá más contaminación que la que emana de los miedos humanos y de las humanas pasiones.

La gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el super-mercado, ni será mirada por el televisor.

El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas.

La gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar.

En ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a hacer el servicio militar, sino los que quieran hacerlo.

Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas.

Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas.

Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos.

Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas.

El mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra por siempre jamás.

Nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión.

Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle.

Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos.

La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla.

La policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla.

La justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda.

Una mujer, negra, será presidente de Brasil y otra mujer, negra, será presidente de los Estados Unidos de América. Una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú.

En Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.

La Santa Madre Iglesia corregirá algunas erratas de las piedras de Moisés. El sexto mandamiento ordenará: "Festejarás el cuerpo". El noveno, que desconfía del deseo, lo declarará sagrado.

La Iglesia también dictará un undécimo mandamiento, que se le había olvidado al Señor: "Amarás a la naturaleza, de la que formas parte".

Todos los penitentes serán celebrantes, y no habrá noche que no sea vivida como si fuera la última, ni día que no sea vivido como si fuera el primero.

























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sábado, 1 de enero de 2011

MANIFIESTO INVENCIONISTA

“La era artística de la ficción representativa toca a su fin.
El hombre se torna de más en más insensible a las imágenes ilusorias.
Es decir, progresa en el sentido de su integración en el mundo”
Manifiesto Invencionista (1946)(1)

MOVIMIENTO ORGÁNICO & FORMAS FIJAS

“Las antiguas imágenes inmóviles no satisfacen las apetencias
del hombre nuevo formado en la necesidad de acción,
en la convivencia con la mecánica, que le impone un dinamismo constante.
La estética del movimiento orgánico reemplaza a la estética de las formas fijas”
Manifiesto Blanco (1946)(2)
























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